Blockchain, ¿sustituto de las auditorias y las certificaciones?



El blockchain es una tecnología de trazabilidad que permite asegurar la autenticidad e inviolabilidad de los registros a lo largo de una cadena y su disponibilidad inmediata,  desarrollada inicialmente para implementar el bitcoin pero que está posibilitando otras múltiples aplicaciones. Es muy potente y confiable, proporcionando un alto nivel de garantía a usuarios y consumidores, por lo que será a buen seguro una de las bases de la denominada Agricultura 4.0

Sin embargo, para evaluar el cumplimiento de un conjunto de requisitos a lo largo de un periodo de tiempo no es suficiente con la trazabilidad.  Es necesaria la realización de auditorias que complementen y contrasten estos registros con otras evidencias obtenidas de diversas fuentes como observaciones, entrevistas, análisis de laboratorio, etc. Por ejemplo para evaluar el bienestar animal es necesario añadir observaciones sobre comportamiento de los animales en campo y realizar determinadas analíticas. O en el caso de productos con denominación de origen, es imprescindible comprobar la procedencia de los productos y la autenticidad de las razas o variedades propias de la DO mediante visitas a explotaciones y análisis de los procesos y los productos. 

Por otro lado, para ofrecer garantías de una buena gestión de todos los aspectos relacionados con la calidad, las organizaciones deben analizar periódicamente sus procesos y los resultados obtenidos para lograr una mejora continua y la satisfacción de los clientes. Ello se debe plasmar en procedimientos documentados e informes periódicos que deben ser también revisados y evaluados en las auditorias.

El resultado de estas auditorias es la base para la emisión de los certificados que permiten a las empresas demostrar (no solo mediante la trazabilidad) que han cumplido los requisitos establecidos para así seguir operando con la máxima confianza en el alcance certificado.

Por tanto se debe entender que el blockchain es un gran avance para lograr una trazabilidad confiable, pero no como una amenaza que vaya a sustituir la necesidad de auditorias y el interés por disponer de certificaciones que demuestren la autenticidad y calidad de los productos y el buen desempeño de las organizaciones