Auditoria

Consiste en la comprobación del grado de cumplimiento de unos determinados requisitos de forma objetiva, independiente, sistemática y documentada.

Se suele realizar para:
  1. Comprobar el cumplimiento de la legislación vigente y adoptar medidas para adaptarse a ella
  2. Evaluar el logro de objetivos de empresa o la aplicación de protocolos de trabajo 
  3. Verificar el cumplimiento de condiciones de contrato entre proveedores y clientes
  4. Obtener una certificación de calidad regulada por una norma o pliego de condiciones
Tipos de auditoria
Se pueden distinguir los siguientes:
  • Auditorias previas o preauditorías: para evaluar las condiciones que reúne una empresa y las adaptaciones que serían necesarias antes de solicitar una certificación
  • Auditorias internas o de primera parte: las que realiza la empresa sobre sí misma. Son requisito imprescindible previo a obtener cualquier certificación. Deberían ser realizadas por auditores independientes que no trabajen en la propia empresa 
  • Auditorias a proveedores o de segunda parte: se realizan para lograr la máxima confianza sobre los proveedores que suministran productos y servicios a una empresa
  • Auditorias de certificación, externas o de tercera parte: son las que realizan las entidades de certificación para conceder un certificado de calidad
  • Auditorias de acompañamiento: se realizan para dar apoyo a la empresa durante las auditorias de certificación 
Objetividad e independencia, esenciales para la credibilidad del resultado 

Sea cual sea el tipo, para que las auditorías sean objetivas y fiables deben ser realizadas por profesionales competentes, imparciales, independientes y totalmente ajenos a la empresa auditada.

Por ejemplo, una integradora que realizara una auditoría interna con su propio personal técnico no podría confiar en los resultados porque estarían evaluando su propio trabajo y, por tanto, el resultado siempre sería positivo. Tampoco tendría credibilidad frente a los ganaderos porque tenderían a señalarlos como responsables de los fallos o incumplimientos detectados. Por tanto, resulta esencial que el personal auditor esté libre de cualquier conflicto de intereses con la empresa auditada

Requisitos de los auditores

Una auditoría no es una visita informal de un experto que ofrece sus apreciaciones y opiniones particulares sobre un tema en cuestión. Tampoco es un informe realizado por el responsable de calidad de una empresa en el que evalúa su propio trabajo o el de sus compañeros. Se trata de un ejercicio de evaluación profesional, objetivo, independiente, sistemático y documentado.

El auditor debe ser un profesional independiente, con un conocimiento y un perfil curricular amplio tanto en tareas de gestión como en la realización de auditorías, con una formación específica, acreditada y en continua actualización